El número de sesiones dependerá de la severidad de las cicatrices, así como de la intensidad del tratamiento, pudiendo ser necesarias de 1 a 3 sesiones en la mayoría de los casos. No obstante, cuanto mas profundas sean las cicatrices es de esperar un número mayor de sesiones de tratamiento.
Mientras los tratamientos de resurfacing tradicionales exigen varias sesiones y reposo de hasta un mes, con esta tecnología los resultados son visibles desde la primera sesión, con un número mucho mas reducido de sesiones y un breve tiempo de recuperación .
Generalmente suele ser un tratamiento muy satisfactorio que mejora mucho la autoestima y la consecuente calidad de vida de los pacientes. Los efectos secundarios son muy poco probables, si se siguen las recomendaciones, y en todo caso, si los hay, son poco importantes.
El láser CO2 fraccionado ofrece mejores resultados que los conseguidos con los antiguos equipos y puede emplearse en tratamientos para el rostro (incluidas las áreas alrededor de la boca, los ojos y los párpados), el cuello, el escote y el dorso de las manos.
Gracias a ello, se consiguen reducir las arrugas, las manchas y las cicatrices, y el paciente consigue resultados muy naturales y un efecto rejuvenecedor de la piel.
La piel nueva, sana y luminosa, reemplaza al tejido dañado y el proceso continúa durante los seis meses posteriores al tratamiento, pues la formación de colágeno conlleva la remodelación de la dermis y, por consiguiente, la mejora de la calidad de la superficie cutánea.
En algunos casos, la rojez puede prolongarse durante algunas semanas, en cuyo caso puede recurrirse a otras técnicas para reducirla o eliminarla. Ocasionalmente la piel se puede oscurecer o aclarar después del tratamiento, pero recupera la normalidad en pocas semanas, con rara o nula incidencia de cambios de pigmentación permanentes y de infecciones.
Es importante limitar la exposición al sol antes y después del tratamiento, recomendándose el uso frecuente de fotorpotectores de alta o muy alta protección.
No obstante, actualmente disponemos de diferentes técnicas que nos permiten tonificar y revitalizar la piel de estas zonas, así como corregir manchas, arrugas o marcas, al mismo tiempo que se estimula la producción de colágeno y elastina.
Los diferentes tratamientos permiten una reestructuración cutánea de cuello y escote, reparando la piel deteriodada y rejuveneciéndolos. Asimismo, la piel recupera su luminosidad al estar más hidratada y corregirse la flacidez.
Recuperar unas manos con una piel más tersa y sin manchas es posible gracias a diferentes técnicas dermoestéticas de las que disponemos en IDERMA. Dependiendo de las características del paciente y del problema que se desea tratar, el médico especialista optará por una u otra técnica.